Jet lag city
Por Neil
He conseguido dormir durante la noche, en lugar de hacerlo por la mañana y el comienzo de la tarde, lo que me da esperanzas de estar regresando al horario americano.
Veamos. Mucha gente me ha escrito preguntándome si Fred, el Desafortunado Gato Negro, fue la inspiración para el Gato Negro de “El precio” o para el gato de Coraline. Me temo que no -- Fred no llegó hasta el verano de 2003, mucho mucho tiempo después de que ambas historias estuvieran escritas. El gato de Coraline salió de mi cabeza -- no podíamos tener mascotas en el piso de Nutley, y yo deseaba desesperadamente un gato -- mientras que el Gato Negro era real (y con un tamaño unas dos veces el de Fred) y estaba por aquí sobre 1997. Le encontramos una buena casa.
El correo de ayer trajo las pruebas de la portada americana de ANANSI BOYS. No pensaba que me fuera a gustar tanto como lo hizo -- está impreso en colores metálicos lo que lo hace parecer más de otro mundo de lo que esperaba, mientras que las palabras están en relieve en blanco y parece, bueno, más clásico de lo que pensaba que lo haría. También me mandaron ejemplos del material en el que van a imprimir los libros -- la primera edición tendrá cubiertas negras (el material duro que hay bajo la cubierta de papel) y una especie de violeta pálido en las guardas., mientras que las últimas ediciones tendrán el lomo negro, la portada y contraportada negras y guardas grisáceas -- y habrá un pequeño dibujo de una araña de siete patas hecho (por mí) en un suave azul metalizado en la portada del libro, bajo la cubierta.
En algún momento de la última gira recuerdo haber explicado a la audiencia que tienes que escribir si quieres ser escritor, porque los duendecillos no harán el trabajo por ti. Lo cual es verdad, pero parece que sólo hasta cierto punto. Hace unas noches estaba tratando de terminar el trabajo para las ediciones de Headlines de mis libros y, sin tiempo para la entrega, habiendo dejado de lado todo lo demás, sabía que aún tenía que escribir las introducciones para sus ediciones de American Gods y Neverwhere. escribí la de Neverwhere mientras luchaba por permanecer despierto, y abrí la carpeta de American Gods preguntándome cómo iba a escribir una introducción en una hora y con la cabeza embotada, y de pronto descubrí un archivo llamado algo así como “Nueva introducción para la edición de American Gods de Headline”, que abrí, ligeramente abstraído. Era una completa introducción que, de acuerdo con la última línea, escribí durante el vuelo de Londres a Singapur y que, durante la locura de la gira, supongo que había olvidado completamente haberla escrito. Es casi como si los duendecillos la hubieran dejado en el ordenador para sacarme del apuro de la entrega, pero sólo casi.
Mucha gente me ha enviado enlaces de pequeñas lecturas de Anansi Boys durante la gira, y les echaré un ojo en el próximo par de días, creo. (No sé si la de Brisbane está en algún sitio, que fue mi lectura favorita de la gira, en gran parte porque tenía un micrófono, una acústica decente y fue la última).
Hay un montón de cosas de las que no tuve que preocuparme en la última gira (American Gods, 2001): gente subiendo clips de audio de cada lectura, por ejemplo --tiendo a hacer distintos tipos de lecturas. En sus giras respectivas creo que hice trozos diferentes de American Gods y Stardust, pero el mismo con Neverwhere, mientras que Coraline sólo la leí dos veces, pero ambas el libro entero. Para Anansi Boys tengo que asumir que habrá gente escuchando en cada parada de la gira, así que tengo que decidir qué voy a hacer. La otra cosa que ha cambiado es que todo el mundo tiene una cámara digital, o un teléfono con cámara, y todo el mundo quiere una fotografía. En la última gira debían ser uno de cada diez. Ahora, son nueve de cada diez, y necesito encontrar la forma para que a)la gente consiga su fotografía, b)eso no añada un minuto a cada uno (puede no parecer mucho, pero 500 personas en cola para firmar podrían añadir 500 minutos al acto, algo más de 8 horas...) y c) que eso no me deje ciego -- después de 90 minutos en la primera noche en Manila tuvimos que pedir que no hubiera fotografías con flash porque me estaba quedando ciego con un flash cada pocos segundos, y estaba empezando a doler, justo detrás de mis ojos...
En fin. Lo solucionaré, y me alegro de haber hecho la reciente gira para darme cuenta de esas cosas y probar distintas soluciones.
(Una solución, que empiezo hoy, es empezar a trabajar con un entrenador tres veces a la semana, con la base de que es la única manera de que pueda sobrevivir un gira de firmas de 20 días sin tiempo libre visitando una ciudad nueva cada día. hoy fue, bueno, fue el comienzo).
Muchas preguntas por contestar y cosas que publicar, pero tendrán que esperar unos días a que me ponga al corriente. Oh, y hoy he abierto las dos cajas de Singapur, con todo lo que la gente me dio mientras estuve allí. Maddy parece haber robado la serpiente, el cerdo, los dos peces de colores y el tiburón disecado, pero me ha dejado casi todo lo demás. Un montón de libros geniales que la gente me dio, incluyendo algunos que habría deseado tener cuando escribía American Gods.
He conseguido dormir durante la noche, en lugar de hacerlo por la mañana y el comienzo de la tarde, lo que me da esperanzas de estar regresando al horario americano.
Veamos. Mucha gente me ha escrito preguntándome si Fred, el Desafortunado Gato Negro, fue la inspiración para el Gato Negro de “El precio” o para el gato de Coraline. Me temo que no -- Fred no llegó hasta el verano de 2003, mucho mucho tiempo después de que ambas historias estuvieran escritas. El gato de Coraline salió de mi cabeza -- no podíamos tener mascotas en el piso de Nutley, y yo deseaba desesperadamente un gato -- mientras que el Gato Negro era real (y con un tamaño unas dos veces el de Fred) y estaba por aquí sobre 1997. Le encontramos una buena casa.
El correo de ayer trajo las pruebas de la portada americana de ANANSI BOYS. No pensaba que me fuera a gustar tanto como lo hizo -- está impreso en colores metálicos lo que lo hace parecer más de otro mundo de lo que esperaba, mientras que las palabras están en relieve en blanco y parece, bueno, más clásico de lo que pensaba que lo haría. También me mandaron ejemplos del material en el que van a imprimir los libros -- la primera edición tendrá cubiertas negras (el material duro que hay bajo la cubierta de papel) y una especie de violeta pálido en las guardas., mientras que las últimas ediciones tendrán el lomo negro, la portada y contraportada negras y guardas grisáceas -- y habrá un pequeño dibujo de una araña de siete patas hecho (por mí) en un suave azul metalizado en la portada del libro, bajo la cubierta.
En algún momento de la última gira recuerdo haber explicado a la audiencia que tienes que escribir si quieres ser escritor, porque los duendecillos no harán el trabajo por ti. Lo cual es verdad, pero parece que sólo hasta cierto punto. Hace unas noches estaba tratando de terminar el trabajo para las ediciones de Headlines de mis libros y, sin tiempo para la entrega, habiendo dejado de lado todo lo demás, sabía que aún tenía que escribir las introducciones para sus ediciones de American Gods y Neverwhere. escribí la de Neverwhere mientras luchaba por permanecer despierto, y abrí la carpeta de American Gods preguntándome cómo iba a escribir una introducción en una hora y con la cabeza embotada, y de pronto descubrí un archivo llamado algo así como “Nueva introducción para la edición de American Gods de Headline”, que abrí, ligeramente abstraído. Era una completa introducción que, de acuerdo con la última línea, escribí durante el vuelo de Londres a Singapur y que, durante la locura de la gira, supongo que había olvidado completamente haberla escrito. Es casi como si los duendecillos la hubieran dejado en el ordenador para sacarme del apuro de la entrega, pero sólo casi.
Mucha gente me ha enviado enlaces de pequeñas lecturas de Anansi Boys durante la gira, y les echaré un ojo en el próximo par de días, creo. (No sé si la de Brisbane está en algún sitio, que fue mi lectura favorita de la gira, en gran parte porque tenía un micrófono, una acústica decente y fue la última).
Hay un montón de cosas de las que no tuve que preocuparme en la última gira (American Gods, 2001): gente subiendo clips de audio de cada lectura, por ejemplo --tiendo a hacer distintos tipos de lecturas. En sus giras respectivas creo que hice trozos diferentes de American Gods y Stardust, pero el mismo con Neverwhere, mientras que Coraline sólo la leí dos veces, pero ambas el libro entero. Para Anansi Boys tengo que asumir que habrá gente escuchando en cada parada de la gira, así que tengo que decidir qué voy a hacer. La otra cosa que ha cambiado es que todo el mundo tiene una cámara digital, o un teléfono con cámara, y todo el mundo quiere una fotografía. En la última gira debían ser uno de cada diez. Ahora, son nueve de cada diez, y necesito encontrar la forma para que a)la gente consiga su fotografía, b)eso no añada un minuto a cada uno (puede no parecer mucho, pero 500 personas en cola para firmar podrían añadir 500 minutos al acto, algo más de 8 horas...) y c) que eso no me deje ciego -- después de 90 minutos en la primera noche en Manila tuvimos que pedir que no hubiera fotografías con flash porque me estaba quedando ciego con un flash cada pocos segundos, y estaba empezando a doler, justo detrás de mis ojos...
En fin. Lo solucionaré, y me alegro de haber hecho la reciente gira para darme cuenta de esas cosas y probar distintas soluciones.
(Una solución, que empiezo hoy, es empezar a trabajar con un entrenador tres veces a la semana, con la base de que es la única manera de que pueda sobrevivir un gira de firmas de 20 días sin tiempo libre visitando una ciudad nueva cada día. hoy fue, bueno, fue el comienzo).
Muchas preguntas por contestar y cosas que publicar, pero tendrán que esperar unos días a que me ponga al corriente. Oh, y hoy he abierto las dos cajas de Singapur, con todo lo que la gente me dio mientras estuve allí. Maddy parece haber robado la serpiente, el cerdo, los dos peces de colores y el tiburón disecado, pero me ha dejado casi todo lo demás. Un montón de libros geniales que la gente me dio, incluyendo algunos que habría deseado tener cuando escribía American Gods.
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